El resguardo domiciliario es una de las medidas que en esta fase III de la contingencia por el COVID-19, deben priorizarse con los niños y con los miembros de las familias que están en condiciones de salud más vulnerables, para evitar su exposición a este virus que se transmite por gotitas de saliva que se expulsan al hablar, estornudar o toser de una persona infectada, indicó el secretario del ramo en la Entidad, Víctor George Flores.
En el marco del Día del Niño y al hacer un recorrido por el Centro de Salud con Servicios Ampliados de Todos Santos, el funcionario estatal hizo un llamado a madres y padres de familia para que no lleven a sus hijos al exterior, salvo en aquellos casos en que los menores presenten una urgencia médica y de ser así, es necesario seguir con toda puntualidad las recomendaciones de higiene y de sana distancia, a fin de reducir riesgos de contagio.
“Los niños también pueden contraer el coronavirus y aunque los datos epidemiológicos han mostrado que las manifestaciones clínicas en ellos son menos graves de las que desarrollan en otros segmentos de la población, pueden convertirse en portadores del patógeno y por tanto contribuir a la transmisión de la enfermedad”, abundó.
En este sentido reiteró la convocatoria para que los pequeños no sean llevados con sus abuelos, ni con otros familiares que tengan más de 60 años que padezcan obesidad o que presenten enfermedades como diabetes, hipertensión, pulmonares, cardiacas, renales, hepáticas, sanguíneas o metabólicas, ya que son personas más vulnerables a este virus.
“Lo recomendable es seguir el resguardo, lavarse constantemente las manos, evitar tocarse el rostro con las manos sucias, utilizar el estornudo de etiqueta y desinfectar las superficies y objetos que utilizan los niños con mayor frecuencia”, expresó George Flores al recordar que en caso de presentar sintomatología respiratoria se debe marcar el 800BCSCOVID (80022726843) para recibir seguimiento profesional, añadió.
Finalmente el Secretario recomendó fortalecer el esquema nutricional de los menores mediante la incorporación de frutas y verduras que al ser de temporada son más accesibles. En este resguardo también se pueden desarrollar actividades recreativas que impliquen movimiento para involucrarlos en el cuidado de su salud durante este resguardo.