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Estudian poblaciones del cangrejito ermitaño y del hidrocoral calcificado, su inseparable compañero
El cangrejo ermitaño es el invertebrado con mayor demanda y valor comercial para quienes se dedican a la crianza de especies marinas en acuarios, actividad comúnmente llamada como “acuarofilia”.
Su curiosa forma y estructura se asemejan mucho a los cuernos de un venado, y es debido a esa apariencia llamativa que en los últimos años ha sido incesantemente capturado para ser vendido con fines de ornamentación, asegura Ramiro de Jesús Arcos Aguilar, Maestro en Ciencias Marinas y Costeras por la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
A pesar de ser un crustáceo muy apreciado por su exótica forma, se sabe muy poco de él. De algunos estudios, se conoce que este cangrejito mantiene una relación muy estrecha con el hidrocoral calcificado “Janaria mirabilis”, tanto así que el ermitaño lo lleva como caparazón.
Juntos han adoptado estrategias de supervivencia muy eficaces que surgieron como resultado de procesos adaptativos a lo largo del tiempo. Por esa peculiar asociación, los dos organismos son extraídos juntos y vendidos hasta por 30 dólares en páginas de internet especializadas.
Ramiro de Jesús Arcos Aguilar expuso que ambos organismos se distribuyen en los fondos arenosos del Pacífico Oriental, principalmente en profundidades que van de los 5 a los 250 metros. El poco conocimiento que se tiene del ermitaño y su papel bio-ecológico, permite que su pesca se desarrolle sin argumentos, desconociendo el impacto poblacional.
Ante esta carencia de información, desarrolló un proyecto con el objetivo de averiguar aspectos biológicos básicos de este crustáceo y de su compañero de supervivencia. Entre ellos, determinar la proporción de sexos, producción de huevos, el tamaño de puesta y el periodo de interpuesta.
Asimismo, el estudio buscó conocer la longitud total de hembras y machos del cangrejo ermitaño y determinar la taza de crecimiento de los hidrocorales.
Para llevar a cabo esta tarea, el egresado recolectó 256 ejemplares de cangrejo e hidrocoral en 13 sitios del Golfo de California y 3 sitios de Bahía Magdalena, entre 2009 y 2013. En una primera prueba, Ramiro Arcos relata que estimó el crecimiento somático de la colonia del hidrocoral haciendo observaciones mensuales y registrando cualquier cambio por medio de fotografías. Para ello, utilizó jaulas que el mismo construyó con el fin de delimitar a los organismos en una sola área.
El egresado también estudió algunos de los ejemplares en laboratorio para determinar algunos de sus objetivos. En todos los sitios las recolectas se realizaron mediante buceo SCUBA y, después de ello, los individuos fueron llevados a superficie y se fijaron en alcohol al 90% para ser transportados a la UABCS.
Entre algunos de los resultados, se concluyó que los hidrocorales que el egresado recolectó crecen un promedio de 1.26 cm² por mes, lo cual sugiere una posible edad de 5 a 10 años. En cuanto a los cangrejos, aquellos colectados en Bahía Magdalena fueron significativamente más grandes que los cangrejos del Golfo de California.
La reproducción de ambas especies es anual, principalmente durante junio y agosto. La puesta promedio fue de 210 huevos por hembra, alcanzando la madurez sexual a 3.1 mm de longitud total, con una interpuesta promedio de 57 días.
Cabe señalar que la investigación del joven universitario ofrece elementos básicos para el manejo de estos organismos, en términos de la veda de captura y datos sobre crecimiento de los hidrocorales, para que las autoridades correspondientes puedan acceder a este conocimiento y mejorar el manejo de este recurso.
