Radio Activo BCS Revista de entretenimiento, noticias y más…
Un estudio reciente realizado por el Biólogo Marino Fernando Calderón Gutiérrez, egresado de la Maestría en Ciencias Marinas y Costeras de la Universidad Autónoma de Baja California Sur,tuvo como finalidad investigar la biodiversidad y línea base ecológica cuantitativa de los macroinvertebrados de los sistemas anquihalinos de Cozumel, Quintana Roo.
Los ecosistemas anquihalinos son tramos de ríos subterráneos influenciados por las mareas, los cuales se localizan dentro de surcos y cavernas, así como terrenos volcánicos que se extienden tierra adentro, hasta el límite de penetración del agua marina.
Al ser hábitats con condiciones de asilamiento, elevan la probabilidad de originar especies endémicas que sólo se dan en el sitio, siendo las cuevas mexicanas las que contienen la mayor riqueza de especies cavernícolas a nivel mundial.
Lamentablemente, la situación ecológica de las cuevas anquihalinas se agrava cada vez más debido a las acciones humanas. Actualmente se ha detectado la presencia de aguas negras, pesticidas y metales pesados dentro de esos sistemas subacuáticos, que se filtran a través de las rocas y grietas, y que provienen de vertientes de desechos humanos y algunas plantaciones cercanas.
Otro problema relacionado, indica un su trabajo Calderón Gutiérrez, es la falta de conocimiento que se tiene sobre estos ecosistemas, como consecuencia de la inaccesibilidad a los sitios, la necesidad de equipo especializado y el peligro que conlleva su realización.
De los 8 ecosistemas que existen en la isla, durante su investigación Fernando Calderón exploró 4: El Bambú, La Quebrada, El Aerolito y Tres Potrillos. Haciendo uso del espeleobuceo, técnica que combina la espeleología con el buceo para el estudio de cavernas subacuáticas;el universitario registró algunos aspectos como la composición de los sustratos dentro de las cavernas de los ecosistemas.
A distintas profundidades, destacó la presencia de arena, arcilla, hojarasca y materia orgánica en distintos porcentajes. Identificó un total de 118 especies en los 4 anquihalinos de Cozumel. 87 de ellas fueron encontradas en el sistema El Aerolito, 19 en La Quebrada, tres en Tres Potrillos y una en el sistema Bambú. Los equinodermos representaron el 65% de la densidad, constituyendo el grupo dominante.
Entre las especies observadas, el universitario registró algunas que sólo se habían reportado en el mar profundo, como el caso de“sipuncúlidos”, comúnmentellamados gusanos cacahuate por su forma, y “ascidias”; incluso, nuevas especies para la ciencia.
En sus conclusiones, indica que de algunas especies sólo se observaron de 1 a 2 organismos, al mismo tiempoque no se lograron ubicar aquéllas previamente reportadas, lo que indica quepueden estar penetrandoal sistema por el mar.
En cuanto a la aportación de este trabajo, Fernando Calderón subraya que con él se obtiene la primera Línea Base Ecológica cuantitativa para un ambiente cavernícola, brindando una importante herramienta para evaluarel estado de salud, manejo y conservación del sistema; además de que es el primer estudio de esponjas en cuevas mexicanas.
Aunque en general el sistema se reporta como saludable, pone énfasis en que debe serprotegido por la existencia de riesgos en el corto y mediano plazo y sugiere que cada sistema sea considerado de manera independiente para su manejo y conservación, de acuerdo a su estructura comunitaria y sus parámetros poblacionales.
Finalmente, el egresado propone que estudios y líneas de investigación similares a la suya se repliquen en otros sistemas del país, siendo más urgentes aquéllosdonde las actividades antropogénicas sean fuertes. Esto para conocer el estado desalud de los mismos y ser capaces de proponer un plan de manejo más eficaz e integral.
Actualmente en la Península de Yucatán se conocen 2, 241 ecosistemas anquihalinos, aunque se estima que pueden existir 5,313 más en la zona. SacActun, uno de estos sitios, es considerado el sistema subacuático más largo de ellos con una cantidad considerable de 335,230 kilómetros.
