- El programa apoya a padres de familia y cuidadores de niños menores de cuatro años de edad en sesiones de ejercicios de aprendizaje, rutinas de coordinación física, hábitos de alimentación y limpieza, actividades de socialización y desarrollo afectivo
Para fortalecer el proceso de crianza en Baja California Sur, la Enseñanza Inicial No Escolarizada SEP-CONAFE, ofrece atención a más dos mil 987 niños de comunidades rurales y urbanas marginadas; apuntó la coordinadora de Programa de Educación Inicial No Escolarizada de la Secretaría de Educación Pública estatal, Dalia Trasviña Avilés.
La funcionaria recordó que el programa No Escolarizado apoya a padres de familia y cuidadores de niños menores de cuatro años de edad en sesiones de ejercicios de aprendizaje, rutinas de coordinación física, hábitos de alimentación y limpieza, actividades de socialización y desarrollo afectivo, entre otras, que en conjunto favorecen el crecimiento de los infantes y los prepara para que tengan un mejor desenvolvimiento en futuras etapas de su vida.
Dalia Trasviña apuntó que para llegar a este objetivo se cuenta con el compromiso de las 257 promotoras educativas en el mismo número de comunidades rurales, quienes promueven y fortalecen la planeación de aquellas acciones de estimulación temprana desarrolladas con los infantes en este programa que también atiende a mujeres embarazadas, ya que desde el vientre materno se construye la relación entre madre e hijo, además de prevenir problemáticas durante la gestación.
La coordinadora de SEP indicó que el ciclo operativo de atención comprende de octubre a junio; por lo que durante agosto y septiembre se desarrollará la capacitación para promotoras y supervisoras y laplaneación educativa que permite programar las acciones formativas a desarrollar con la niñez en la intención de que logren el mayor desarrollo posible en su ámbito físico, cognitivo, social y afectivo.
En ese sentido, explicó que las y los niños al ser estimulados mejoran su motricidad, adquieren mayor fuerza para sostener su cabeza, sentarse y ponerse de pie, desarrollar capacidades psicomotrices; utilizar sus sentidos para reconocer su entorno, ayudarlo a conocerse así mismo a través de sus emociones, además de favorecer el apego y los lazos afectivos entre los padres y el infante.