El Gobierno de Baja California Sur, a través de la Red Estatal de Salud Mental y Adicciones (RESMA) lleva a cabo una serie de capacitaciones con las y los profesionales que laboran en sus unidades de servicio, la cual está enfocada en la identificación, valoración e intervención del comportamiento suicida, a fin de fortalecer el abordaje y atención de personas con trastornos emocionales y conductas suicidas.
Estas sesiones se desarrollan como parte de una colaboración entre la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Secretaría de Salud y la Organización Panamericana de la Salud en nuestro país (OPS/OMS), que durante esta pandemia emprendieron un proyecto de trabajo colaborativo para reforzar la red de brigadas de atención a la salud mental, informó la directora de RESMA, María Estela Castro Terrazas.
En ese sentido, la prevención del suicidio se fortalece en la entidad mediante la capacitación continua del personal especialista de los Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) y en las Unidades de Especialidad Médica (UNEME) de Salud Mental, que bajo estas actualizaciones tendrán criterios y conocimientos homologados para identificar y brindar asistencia profesional a personas con factores de riesgos, como el uso de sustancias psicoactivas, alcohol y otras drogas, así como cuadros depresivos, autolesión, problemas de duelo, entre otros trastornos mentales, agregó.
A través de este diplomado se han preparado ya más de 14 profesionales entre los que se encuentran psicólogos, médicos y trabajadores sociales de las unidades de RESMA, indicó la funcionaria al comentar que más de treinta están próximos a terminar estos estudios de actualización que vendrán a fortalecer el trabajo preventivo en las unidades de atención ambulatoria.
Castro Terrazas destacó que, en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicido, que se conmemora cada 10 de septiembre, se brindará capacitación a personal de salud no especializados en salud mental de unidades básicas, con herramientas y recomendaciones sobre la atención y el tratamiento de primera línea de los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias, para fortalecer la detección de pacientes con estas afecciones y estar en condiciones de brindarles servicios terapéuticos más oportunos.