De acuerdo con los resultados de un proyecto de investigación taxonómico hecho por Polet Yamaly Barragán Marín, Maestra en Ciencias Marinas y Costeras por la Universidad Autónoma de Baja California Sur, el número de registro de anémonas de mar para el Pacífico mexicano se incrementó de 30 a 38 especies; además de que se describieron dos géneros nuevos distribuidos en el Golfo de California.
De acuerdo con el estudio, que forma parte del Programa de Investigación para la Conservación de la Fauna Arrecifal de la misma universidad y que coordina el profesor investigador Dr. Carlos Sánchez Ortiz, se recolectaron ejemplares en la zona intermareal y submareal de 8 localidades de México mediante buceo libre y equipo autónomo de respiración bajo el agua.
“Una vez dentro del mar, se recogieron los especímenes a mano y con una espátula. Para evitar lastimar los organismos, se tomaron junto con su sustrato utilizando cincel y martillo. Posteriormente los ejemplares los colocamos en bolsas con agua de mar y los llevamos al Laboratorio de Fauna Arrecifal de la UABCS, donde se les asignó un código de referente a la fecha de recolección y se registraron los datos de campo, como tipo de sustrato, profundidad, temperatura y color”, explica Barragán Marín.
Una vez en la universidad se estudió su morfología, anatomía interna, distribución y tallas; para finalmente hacer la descripción y el análisis taxonómico correspondiente, mismo que resultó en la descripción de una nueva especie del género, “Actinostella”, y siete del género “Anthopleura” para la región; entre “A. mariscali”, que se reporta por primera vez en México.
Asimismo, Polet Yamaly señala que se detallaron dos géneros nuevos de las familias “Actiniidae” y “Haloclavidae”, ambos distribuidos en el Golfo de California.
Según la investigadora, estos resultados vienen a aportar al conocimiento de esta especie en el país, el cual es relativamente bajo debido a que la mayoría de los trabajos son antiguos y desactualizados, en comparación con otras naciones y clasificaciones de invertebrados.
La joven universitaria destacó que el proyecto fue más allá, ya que también contempló el estudio de cinco localidades ubicadas en el Pacífico panameño, donde se determinó un nuevo registro (A. californica) e identificaron siete nuevas especies, aumentando el catálogo de especies de anémonas de mar de 11 a 19.
Con relación a la importancia de este tipo de organismos, explicó que radica en que transfieren materia y energía de la columna hacia el bentos, así como también en las relaciones simbióticas que presenta con microalgas, esponjas, cangrejos, camarones y peces, entre otras especies.
Por otro lado señaló que, al ser longevas y vivir aproximadamente 100 años, son utilizadas como bioindicadores del medioambiente, ya que tienen la capacidad de acumular metales pesados como el mercurio, cobre, cadmio, níquel y zinc.
Finalmente hizo hincapié en que la taxonomía es la base para cualquier estudio biológico, ecológico o genético, pues esta disciplina ofrece una clara noción de la biodiversidad del mundo y, sin ella, no sería posible asegurar la identidad del organismo en cuestión.