En las unidades estatales de salud se fomenta permanentemente el lavado correcto y frecuente de manos, por ser esta una medida clave para prevenir tanto el COVID-19, como otras infecciones respiratorias o diarreicas agudas que pueden presentar complicaciones severas. El objetivo es sensibilizar a la población sobre la relevancia de seguir aplicando ese hábito, indicó el secretario del ramo en la Entidad, Víctor George Flores.
Al recordar que este 15 de octubre se conmemora el Día Mundial del Lavado de Manos, el funcionario estatal explicó que la contingencia por el nuevo Coronavirus motivó una reivindicación de esta práctica por ser una alternativa fundamental para prevenir contagios, pero su aplicación debe ser permanente, para evitar la incidencia de otras afecciones.
No obstante, y con toda la información divulgada en plataformas digitales y medios tradicionales, aún es posible encontrar personas que no desinfectan sus manos con frecuencia o que las lavan de manera inadecuada, pese a que esto incrementa su riesgo de contagio; es por eso que personal de las unidades médicas estatales efectúa una promoción continua de la técnica adecuada, comentó.
En el acercamiento con los usuarios de los servicios de salud se les recuerda que las manos deben lavarse antes y después de preparar alimentos, de comer o de ir al baño, así como antes de tocarse el rostro. Previo y posteriormente de atender un enfermo, subir al transporte público o de estar en espacios cerrados. Luego de toser, estornudar o limpiarse la nariz, aunque sea con un pañuelo desechable, por citar algunos ejemplos.
Se les explica que la técnica adecuada precisa el uso de jabón, tallar enérgicamente las palmas, el dorso y entre los dedos. Lavarlas por lo menos 20 segundos sin olvidar la muñeca. Enjuagar completamente, secarlas con papel desechable y utilizar este mismo material para cerrar la llave del agua, abrir la puerta del baño y luego tíralo en el bote de la basura.
Finalmente, el Secretario de Salud señaló que esta práctica es un hábito de higiene básico que con toda responsabilidad debemos aplicar, con la certeza de que con esto cuidamos nuestra salud y la de nuestros seres queridos, pero también con la conciencia de que esto ayuda a detener la propagación de una enfermedad viral que eleva el riesgo de fatal desenlace para gente mayor de 60 años y personas que tienen condiciones vulnerables de salud.