- Los espacios destinados a la vivienda son más pequeños, las viviendas cada día más caras y más pequeñas
En Baja California Sur es necesario construir viviendas dignas y decorosas accesibles para todas las personas con alguna discapacidad para que puedan vivir en forma independiente y participar en todos los aspectos de la vida, eliminando en la medida de lo posible las barreras físicas que dificultan, entorpecen o impiden su libre desplazamiento.
Así lo expresó la diputada Anita Beltrán Peralta, al presentar una iniciativa con proyecto de decreto que indica que las políticas estatales y municipales deberán promover programas de vivienda públicos y/o privados que incluyan criterios para la rehabilitación y construcción para personas con discapacidad, se integren al marco normativo de Baja California Sur y se incluya en la Ley de Desarrollo Urbano las consideraciones de accesibilidad, equidad e inclusión.
Señaló que es una característica de los inmuebles que se desarrollan actualmente; cada día los espacios destinados a la vivienda son más pequeños, las viviendas cada día más caras y más pequeñas y en ese sentido, las viviendas que se desarrollan en nuestro estado no aceptan el cambio, no son flexibles.
Acotó que en Baja California Sur a la hora de proyectar y construir viviendas, como cualquier otra edificación, se debe atender a lo establecido en este precepto constitucional, en la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, la Ley de Desarrollo Urbano y sobre todo observar lo establecido en la Ley Estatal para la Inclusión de Personas con Discapacidad.
En la exposición de motivos, señaló que en México, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2010 había en todo el territorio nacional más de cinco millones de personas con algún tipo de discapacidad, donde los dos principales son las relacionadas con la movilidad y la vista; es decir, una de cada 20 personas se enfrenta cada día a vicisitudes de accesibilidad, lo que genera una condición de vida que en la mayoría de los casos los coloca en la marginalidad, la vulnerabilidad, la invisibilidad y en ocasiones discriminación.
“En el día a día, las personas con algún tipo de discapacidad tienen problemas relacionados con la falta de libertad a la hora de poder elegir una vivienda digna –apuntó la legisladora de extracción priista-, agregando que no hace falta tener discapacidad para saber qué injusto puede llegar a ser esta cuestión, aunque quizás sea necesario decirlo muchas veces para que más personas se den cuenta.
Además, las viviendas no tienen la facilidad de aceptar el “cambio” que forma parte de la vida de todas las personas; el cambio y la accesibilidad están íntimamente unidos, ya que muchas veces, el cambio exige una manera diferente de usar un espacio y, por tanto, ese espacio puede no responder bien, necesitando imperativamente realizar una fuerte inversión de recursos para poder vivir dignamente”.
La propuesta arriba citada, implica reforma la fracción III del artículo 74, la fracción III del artículo; un segundo párrafo al artículo 79 y se adiciona el artículo 79 bis, todos de la Ley de Desarrollo Urbano para el estado de Baja California Sur.