El día de hoy, a la 6:30 horas, se levantó de manera ordenada y pacífica el bloqueo que afectaba diversos accesos a la carretera al puerto de Pichilingue, en la ciudad de La Paz.
Esto, luego del operativo encabezado por las fuerzas que componen el Grupo de Coordinación en materia de Seguridad, en el que se reúnen esfuerzos autoridades federales, estatales y municipales en el Estado, acompañados de fedatarios públicos y visitadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Como resultado de esta acción, les informo que se ha reestablecido por completo el tránsito de personas, vehículos de todo tipo y, con ello, la entrada y salida de víveres y productos a todo el Estado.
Autotanques con gasolina provenientes de Pemex se dirigen en estos momentos a resurtir las gasolineras y aeropuertos de La Paz y Los Cabos. Otros camiones con productos, incluyendo medicinas y perecederos, continúan su ruta normal de abasto.
Antes de tomar esta decisión, amigos y amigas de Baja California Sur, dialogamos en diversas ocasiones con las personas que mantenían los bloqueos, sin lograr que se levantaran.
Los subsecretarios de Gobierno y de Protección Civil explicaron a los manifestantes los trastornos que sus acciones generaban a la vida de miles de sudcalifornianos, y a los miles de nacionales y extranjeros que visitan nuestros destinos turísticos.
Los bloqueos, sin embargo, continuaron.
Hoy, el tiempo se agotó.
Nuestras reservas de combustibles y de algunos alimentos llegaban, cuando mucho, hasta el fin de semana.
Esta situación amenazaba, con generar una crisis en los cinco municipios de la entidad.
Crisis de abasto de productos de primera necesidad, de medicinas en los hospitales, de combustibles en las estaciones de servicio, de operaciones aeroportuarias, por señalar algunas.
Ante la urgencia y el riesgo de parálisis generalizada, se optó por imponer la ley y la responsabilidad.
Como Presidente del Grupo de Coordinación en materia de seguridad en Baja California Sur, celebro que el operativo haya sido exitoso, que prevaleció la cordura, la calma y el entendimiento.
Somos un gobierno abierto, respetuoso y tolerante.
No tememos negociar. Por contrario, creemos en ello. Pero jamás negociaremos la ley, ni el bienestar de las familias sudcalifornianas.
Entiendo el malestar y las afectaciones que los aumentos anunciados han generado en sus hogares.
Los entiendo claramente y comparto su preocupación. Pero eso no justifica que unos cuantos violen la ley y amenacen con agravar una situación que, de por sí, ya es compleja.
Sé la difícil situación económica que padecemos y estamos trabajando en el ámbito de nuestra competencia y posibilidades para mitigar sus efectos en Sudcalifornia.
Buscamos atraer mas inversiones, que los empleos que se crean beneficien preferentemente a quienes aquí radican, eficientar el uso de los recursos públicos, hacer mas con menos, privilegiar las obras de infraestructura e impulsar los programas sociales en apoyo de quienes menos tienen y mas necesitan.
Trabajemos juntos y hallemos en esta crisis nuevas oportunidades para generar mayor crecimiento y bienestar.
Siempre velaré por el interés de la mayoría.
Los invito a querer más a Baja California Sur. Que las complejidades que marcan el inicio de este año, no nos detengan. Unidos, somos más fuertes que eso.
Deseo a ustedes, en nombre propio y de mi familia, que tengan salud, armonía y bienestar en la suyas en el 2017. Que vivamos en paz.
Muchas gracias.