Es urgente el cambio en las políticas públicas para reconocer a las mujeres en lo sustantivo y a plenitud de su persona, finiquitando de una vez por todas la desigualdad de género y poniendo a su disposición, aquellos mecanismos que creen las condiciones del ejercicio al derecho a la igualdad con justicia y dignidad, expresó la diputada Diana Victoria Von Borstel Luna, secretaria de la comisión de Igualdad de Género.
A través de un pronunciamiento, sostuvo que son escasas condiciones sociales, políticas y económicas para hacer realidad el derecho a la igualdad de las mujeres, bajo los principios de justicia y dignidad laceran y violentan su desarrollo, pero también el de quienes le rodean e incluso el de la sociedad que no logra avanzar en nuevas formas de relación y de paz.
No aquilatar las aportaciones de las mujeres en las diferentes esferas de la vida diaria, es desvirtuar su valor como persona sensible, intelectual y pensante” dijo la legisladora, lo que se refleja en los datos de violencia aportados por el Instituto de las Mujeres quien reportó 26,219 casos de violencia contra niñas y mujeres en el 2015, 253.8% más que los 7,411 casos del año 2014.
“El derecho de las mujeres a la igualdad de género en la legislación y en práctica, es legítimo, legal y urgente” adujo, agregando que este reconocimiento que ha tardado siglos en plasmarse en la legislación, aún carece de la garantía formal que visibilice sus resultados, y garantice el presupuesto adecuado para hacer efectiva la igualdad de género en todos los ordenamientos de la vida diaria”.
Von Borstel Luna, enfatizó que ningún ser humano es igual a otro, sin embargo siguen teniendo la misma raíz y la misma filiación, lo mismo sucede con los hombres y las mujeres, “somos diferentes pero iguales a la vez”.
En ese sentido, se pronunció por iniciar el cambio en el hogar y en la etapa escolar más temprana, para que no haya ningún lugar en el entorno de una niña o un niño donde aprendan que las niñas deben ser menos, tener menos y soñar a menor escala que los varones”.
Esto exigirá ajustes en la crianza, los programas de estudios, los ámbitos educativos y los canales que transmiten los estereotipos cotidianos como la televisión, la publicidad y los diversos tipos de espectáculos.
Asimismo, requerirá dar pasos decididos para proteger a las niñas pequeñas de las prácticas culturales nocivas, como el matrimonio a temprana edad y todas las formas de violencia.
Reconoció que a pesar de tantos años de historia, se hace necesario reconocer lo poco hemos avanzado como humanidad en favor de los derechos para hombres y mujeres por igual, ya que a pesar de los encuentros de reflexión y diálogos, de los pactos y tratados internacionales, subsiste la Ley del más fuerte y no la Ley de la sabiduría y la ternura, que es la que realmente nos convierte en la persona humana, capaz de debatir y dirimir las diferencias que contribuyan al cambio pacífico y ordenado, como base de cualquier realización del progreso colectivo.
Eternamente a las mujeres, por su sensibilidad, por ser madres, por no pasar desapercibidos sus embarazos, por los cuidados que implica su maternidad, por la comunión con sus hijos, por ser más pequeñas físicamente, se les ha escatimado su derecho a la igualdad bajo los principios de dignidad y de justicia, como si fuera poca cosa el poner a disposición de los otros, su inteligencia y dedicación.
Finalmente, la diputada reiteró su compromiso de continuar trabajando a favor de las mujeres, quienes deben continuar esforzándose y contando por supuesto con varones aliados a la causa de igualdad de género, transformando las mentalidades de todo el mundo, con actitudes pro